Aquiles Báez – EnCantado


Año: 2013
Producción musical: Aquiles Báez
Ingenieros: Javier Casas, Alejandro Díaz y Mark Fuller
Diseño/Fotografía: Liu Prato/Jorge Andrés Castillo

*Todas composiciones de Aquiles Báez

“Trabajo como una hormiguita”, suele decir Aquiles Báez, y debe ser cierto, por su constancia de presentaciones, dándole forma conceptual a conciertos, escribiendo canciones, componiendo bandas sonoras de películas grabando discos y produciendo otros, actuando como guitarrista o, asistiendo a medios de comunicación a promocionar todo lo que hace, o, en otro rol, ejerciendo la gestoría cultural en Guataca. Siempre tiene uno o dos discos en mente, y aunque se le conoce más por la obra instrumental, también escribe versos.

EnCantado es el proyecto que se inventó el músico para reunir toda su obra con música y letra. Concebido para ser producido por Cacao Música, estuvo engavetado por años tras el fin de aquel proyecto impulsado por el melómano y grandeliga Bob Abreu, hasta que pudo concretarse. 

Como Báez no se considera cantante —y conoce a muchos y excelentes vocalistas— decidió invitar a cada uno para una canción. Son 20 piezas para 20 intérpretes. Voces muy variadas, unas muy versátiles, otras más cercanas a la tradición, de pronto más habituadas a la música caribeña, o quizá más impregnadas de jazz. Soledad Bravo, Aquiles Machado, Francisco Pacheco, Rafael “Pollo” Brito, Iván García, Miguel Ángel Bosch (Serenata Guayanesa), Huguete Contramaestre, César Gómez, María Alejandra Rodríguez, los ex Guaco Daniel Somaroó y Nelson Arrieta, cada uno escogido con tino para hacerse de una pista del disco. 

En las sesiones participaron los sospechosos habituales de Sus Panas Band: Roberto Koch (contrabajo), Adolfo Herrera (baterista) y Pablo Gil (saxofón). También aparecen como invitados el violinista Alexis Cárdenas, los pianistas César Orozco y Gonzalo Grau, el bajista Rodner Padilla, el ensamble de cuatros C4 Trío, el flautista Luis Julio Toro, la clarinetista Anat Cohen y el vibrafonista Alfredo Naranjo.  

“Un verdadero álbum lleno de hallazgos, atrevimientos y lealtades que se conjugan bellamente en el noble oficio de hacer música”, escribe Bettsimar Díaz, hija del maestro Simón Díaz, entre los pliegues del álbum: “…un manojo de canciones, una serenata de poemas para regalar, un cargamento de versos llenos de sencillez y ternura”.  


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