Años: 2009
Producción musical: Aquiles Báez y C4
Ingenieros: Alejandro Díaz, Javier Casas, Darío Peñaloza y Jesús Jiménez
Diseño/fotografía: Manuel González Ruiz (Factoría Gráfica) y Jorge Andrés Castillo
Cuando C4 Trío encaró la posibilidad de grabar un segundo álbum, ya había tocado bastante. Y sólo a través de la constancia sobre el escenario, la persistencia, un ensamble como ese podía engranar, fusionar sus tres cuatros hasta sonar como una especie de pulpo de ágiles muñecas y muchísimo feeling.
Entre manos, álbum que antecedió a su primera y verdadera gira nacional, producida por Guataca y con fechas en más de cinco ciudades, estuvo marcado por la inclusión en la agrupación del bajista Rodner Padilla. El falconiano, líder de la agrupación EnCayapa, se adaptó perfectamente, como si siempre hubiese pertenecido a C4. Las grabaciones del choro “Receita de samba” y del merengue “Bily”, que Glem dedicó a su padre, son ejemplos de ese encuentro entre una base de frecuencias graves y los tres cuatros. De paso, Padilla destaca en “Yari”, dedicada por Molina a su esposa, donde toca la melódica —ese tecladito pequeño que se sopla y emite un sonido delicado, como entre una flauta dulce y una armónica.
“Más complejo que el anterior, los chamos cuatristas son la vedette, los más mimados del asunto de la música tradicional de estos días”, insistía un emocionado Xariell Sarabia, quien nuevamente dedicaba a los C4 su columna en El Nacional: “Para que quede constancia de su espectacularidad filmaron un DVD, que viene junto con el CD, donde demuestran sus cualidades(…) Los jóvenes se entrelazan muy acoplados. Se conocen como si fueran infielders haciendo un triple play”.
“Los de C4trío dan la idea de que tuvieran muchos años tocando por lo profesional que suenan —continúa Sarabia— pero se siente profundamente que tienen el ímpetu juvenil para gozar lo que hacen e inventar sobre cualquier género musical. Toman el legado de Freddy Reyna (¡qué importante y necesario se hace reconocer al maestro en este momento!, de alguna manera también es su momento) para explorar otras sonoridades a partir de lo que dejó aquel”.
Como se hizo costumbre, Ramírez también dejó su huella compositiva en el disco. En “Vaya pue”, un tambor de Patanemo, participa el percusionista Yonathan Gavidia, uno de los invitados junto con el cantautor José Alejandro Delgado —única voz en el disco—; el excelso mandolinista Jorge Torres, que se juntó con ellos para “El vals gitano”, obra de Pablo Gil; y el violinista Alexis Cárdenas, amante de la música brasileña, que colaboró con el registro de “Valsa em si” de Hamilton de Holanda. De nuevo, brota el electlicismo, un traje de world music, un perfume de siglo XXI mezclado con una esencia autóctona. Todo llega solo, sin buscarlo tanto, y ahí probablemente resida la magia de esta agrupación.
Para cerrar el álbum, escogieron una “Periquera con seis por derecho” al estilo explosivo de C4, dos formas de joropo dispuestas para exhibir todo su virtuosismo y para entrelazar sus manos en el clímax de sus presentaciones en directo.