Por Gerardo Guarache Ocque
Diáspora, exilio, éxodo, refugio, destierro, expatriación, desplazamiento forzado. La migración es un fenómeno universal que ha acompañado a la humanidad desde tiempos inmemoriales. También ha sido fuente de inspiración para montones de canciones que abordan la cuestión desde distintas perspectivas y a partir de diferentes disparadores y conyunturas.
Hoy 20 de junio, a propósito del Día Mundial del Refugiado, elaboramos una lista arbitraria para endulzar una realidad dramática: El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) publicó este jueves 18 su Informe de Tendencias Globales, del cual se desprenden datos alarmantes. Por ejemplo, 1% de la humanidad (1 de cada 97 personas) está desplazada o es refugiada. 100 millones de personas tuvieron que dejar sus casas de manera forzada en la última década. En ese lapso la cifra de refugiados y desplazados se duplicó: Si en 2010 eran 41 millones, en 2020 son casi 80 millones.
Como nunca antes, Venezuela ascendió al triste top 5 de países que generaron el 68% de los desplazados en el mundo. Se ubicó de segunda por detrás de Siria, que está en guerra, y delante de Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar, tres países que sufren conflictos armados internos. Como consecuencia de la crisis venezolana, Colombia se ubicó de segundo, detrás de Turquía, en la lista de países que más reciben población desplazada de manera forzada; y Aruba se convirtió en el país con la mayor concentración de refugiados: 1 de cada 6 personas en la isla es un refugiado venezolano.
Ahora sí: dejemos reposando las estadísticas y pongámonos los audífonos.
Añoranza (Luis Enrique y C4 Trío, 2019)
Luis Enrique y C4 Trío escogieron “Añoranza” como sencillo de Tiempo al tiempo, el reconocido como Mejor Álbum Folclórico en los Latin Grammys. La tocaron en la ceremonia y en cuanta entrevista les hicieron. Además, grabaron un videoclip, dirigido por el creador de Piedra Papel o Tijera, Hernán Jabes –el mismo realizador del documental Los 10 de C4–, que se filmó en Juchitepec (México), cerca del volcán Popocatépetl. Fue dedicado a todos aquellos, especialmente a venezolanos y centroamericanos, que cruzan fronteras huyendo del agobio de sus países y recorren otros territorios a pie en busca de oportunidades para sus familias.
Exodus (Bob Marley and The Wailers, 1977)
Tras sobrevivir a un intento de asesinato en Jamaica, Bob Marley se fue a Inglaterra, donde escribió uno de máximos hits. Exodus está inspirado en un pasaje bíblico adaptado a la reinvidicación del movimiento rastafari, pero su letra es abierta y subraya la lucha de cualquier ser humano que debe dejar su lugar de origen por hambre, violencia, opresión y falta de oportunidades para vivir dignamente.
Tierra, tan sólo (Marta Gómez, 2011)
De su álbum El corazón y el sombrero, basado en poesía de Federico García Lorca, escogemos una composición de la colombiana Marta Gómez, artista siempre inclinada a las canciones con contenido social, que pareciera estar escrita dentro del alma del migrante: No es la ceniza en vilo de las cosas quemadas./ Lo que yo vengo buscando es tierra.
Né quelque part (Maxime Le Forestier, 1987)
Con el álbum del mismo título, Né quelque part (Nacido en ninguna parte, si se traduce), el cantautor Maxime Le Forestier selló su gran regreso al mainstream francés y vendió más de 200.000 ejemplares en un par de años. El gran abreboca del disco es esa pieza cargada de sonoridad africana, que se convirtió en un himno antiracista de bienvenida al migrante, especialmente a los originarios de colonias o excolonias francesas.
Sur o no Sur (Kevin Johansen, 2002)
Kevin Johansen, quien sabe bastante del tema —artista de padre argentino y madre estadounidense, nacido en Alaska, criado entre los dos países—, es de los que echa mano de cualquier idioma o ritmo, un auténtico ciudadano del mundo. Así, con esa intención que él llama “des-generada”, escribió una cumbia graciosa con detallitos de reggae que habla sobre el constante movimiento migratorio entre el sur y el norte de América.
Movimiento (Jorge Drexler, 2017)
Jorge Drexler abre su laureado álbum Salvavidas de hielo (2017) con una hermosa canción que habla de cómo los movimientos migratorios han sido parte de la humanidad desde que existe. Los versos hablan por sí solos: Somos una especie en viaje, no tenemos pertenencias sino equipajes./ Vamos con el polen en el viento./ Estamos vivos porque estamos en movimiento (…). Yo no soy de aquí, pero tú tampoco (…). De ningún lado del todo, y de todos lados, un poco.
Autos jets aviones barcos (Serú Girán, 1978)
Durante la dictadura de Jorge Videla en Argentina, Charly García escribió una gran canción, cantada por su compañero de banda y guitarrista David Lebón, cargada de camdombe, música brasileña, jazz y claras referencias a todos los argentinos que huían al exilio: Autos, jets, aviones, barcos, se está yendo todo el mundo.
Volveré a mi tierra (Nella Rojas, 2019)
En su LP debut, Voy, la margariteña Nella Rojas incluyó un tema muy personal, pensando en Venezuela desde Nueva York, donde vive. La acompañó el cuatrista Jorge Glem, que acentuó la venezolanidad en su canto con dejo flamenco. Para el videoclip, convocó a un montón de compatriotas establecidos en el extranjero. El contenido lleva en sí el ensimismamiento del migrante que tiene la mente puesta en su lugar de origen, a pesar de estar inmerso en otra ciudad, otro país, otra cultura: Volveré a mi tierra, a pasear sus calles y a pisar su arena.
Extranjero (Franco de Vita, 1990)
A su cuarto álbum, el gran cantautor Franco de Vita lo tituló Extranjero porque tenía entre manos una nueva canción inspirada en su historia personal. Nació en Caracas en 1954, pero lo llevaron muy pequeño a Italia, la patria de sus padres. A Venezuela volvió siendo un adolescente y eventualmente se haría venezolano, culminaría su formación y se abriría camino en el mundo del espectáculo para convertirse en un ídolo latinoamericano y uno de los compositores populares más prolíficos. “Extranjero” fue la última pista del LP, entre hits como “No basta”, “Ya lo he vivido” y “Será”. Es una canción nostálgica sobre la condición del expatriado, que termina siendo ciudadano de ningún lugar. Lleva guitarras españolas, mandolinas con acento italiano y un contenido explícito: Tú que te fuiste con el viento casi muriéndote por dentro, pero sin poder soltar una sola lágrima.
“Al Norte del Sur” (Franco de Vita, 1988)
“Extranjero” fue la otra cara de una misma moneda que Franco de Vita había mostrado en su álbum anterior. “Al norte del Sur”, editada junto a “Te amo”, “Louis” y “Te equivocaste conmigo”, éxitos comerciales indiscutibles que siguen sonando más de 30 años después, fue su carta de agradecimiento —y su llamado de atención—, al país que lo acogió: Al norte del Sur, donde crece la esperanza de todos aquellos que vinieron de tan lejos.