Cada dato le suma peso y trascendencia a la cita. Lo que ocurrirá el 28 de julio en California no sólo será el estreno mundial de una obra para cuatro venezolano y orquesta, lo cual ya sería remarcable. La agrupación que lo hará será la Filarmónica de Los Ángeles, una de las más prestigiosas de Estados Unidos en plena celebración de su centenario. El autor de la pieza, titulada Odisea: Concierto para cuatro y orquesta, es Gonzalo Grau. Y eso no es todo. La batuta la llevará Gustavo Dudamel, el solista será nada más y nada menos que Jorge Glem y el escenario será el imponente Hollywood Bowl, donde ha actuado de lo más grande de los mundos clásico y pop desde el verano de 1922 hasta hoy.
“Probablemente éste sea el reto más grande de toda mi carrera”, estima Jorge Glem. El cuatrista, miembro del laureado ensamble C4 Trío, soñó desde hace mucho con estrenar alguna pieza para cuatro y orquesta, pero ni siquiera en esa proyección onírica se vio, por ejemplo, en el centro de una emblemática concha acústica californiana en la que tocaron los Beatles, frente a un anfiteatro con capacidad para unos 17.500 espectadores.
“Me emociona muchísimo porque hemos venido trabajando muy duro para que el cuatro sea conocido mundialmente —afirma Glem—. Que nuestro instrumento nacional esté allí como principal es importantísimo. Agradezco a Cheo Hurtado y a todos los cuatristas que han luchado para que lleguemos hasta aquí”.
Ha pasado aproximadamente un año desde que Jorge recibió la noticia de su amigo y colega Gonzalo Grau, a quien la Filarmónica de Los Ángeles comisionó la pieza por medio de la compositora mexicana Gabriela Ortiz, habitual colaboradora de la agrupación y de su director, Gustavo Dudamel.
Grau, un músico muy destacado en varias facetas, tanto como performer por sus proyectos Plural y La Clave Secreta, así como en rol de arreglista y compositor a gran escala, por el que ha obtenido dos nominaciones a los premios Grammy, trabajó apoyado en Glem en la concepción de una partitura que representara un recorrido sonoro desde las costas orientales de Venezuela, avanzando por el Centro y Norte de la geografía, hasta llegar a Occidente.
Una de las particularidades que destacan Glem y Grau es que esta Odisea venezolana no se conforma con los géneros más populares del país, como el joropo y el merengue caraqueño —que por supuesto están presentes—, sino que recoge malagueñas, jotas y polos y se deja llevar por la quichimba, el culoepuya, el quitiplás y otros elementos afrovenezolanos, en los que el cuatrista exhibe aún más su destreza como percusionista.
Grau quiso, al mismo tiempo, escenificar el viaje del cumanés Jorge Glem hasta el hogar del barquisimetano Gustavo Dudamel. “Lo bonito es que mientras él viaja, puedes sentir los sonidos distantes del golpe larense. A medida que se acerca, se van a haciendo más presentes. La malagueña y Oriente arrancan fuerte y se van quedando en el camino. La balanza se va invirtiendo. Y aunque él llega al estado Lara, de todos modos su manera de participar de esa fiesta comienza por el estribillo de su tierra. Siempre está presente esa dualidad: La cosa nostálgica del Oriente que dejó atrás, que se junta con la celebración del recibimiento en Lara”.
En lugar de llamar interludios a los reposos y transiciones en los que la pieza recobra el aliento para retomar la marcha, Grau les dice encrucijadas, como las que se encuentra todo viajero por las carreteras del país. Algunos pregones, como los del heladero o del vendedor de quesos y otros sonidos de la cotidianidad, se integran y le aportan color local al viaje homérico.
Venezuela en California
Odisea: Concierto para cuatro y orquesta no será la primera colaboración de Glem y Dudamel. En el pasado hicieron varias presentaciones con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar e incluso un par de giras. También actuaron juntos, acompañando a Calle 13, en una ceremonia de los Latin Grammys.
Tampoco se trata de la primera obra para cuatro y orquesta. En Venezuela se han estrenado conciertos de esas características de los creadores Orlando Cardozo y Leonardo Lozano, así como una pieza titulada Oleajes, de Juan Carlos Sanz. Y recientemente, el 24 de abril de este año, en suelo europeo, específicamente en el Auditorio Víctor Villegas de Murcia (España), el cuatrista Leo Rondón estrenó su Concierto del Mar para Cuatro y Orquesta junto a la Sinfónica de la Región de Murcia. El director en esa ocasión fue el gran trompetista Pancho Flores.
Para Dudamel será una ocasión especial. En medio de una intensa agenda, entre el Hollywood Bowl y el Walt Disney Concert Hall, cargada de Shostakóvich, Tchaitcovsky, Prokófiev, Mahler, Beethoven, Saint-Saëns, recitales junto al Ballet de la Ópera de París e incluso con artistas como Ricky Martin y Esperanza Spalding, la cita representa una ansiada visita a su casa.
Para Glem, siendo él una suerte de embajador del instrumento nacional en el evento, el recital supondrá un peldaño importante para una carrera profesional que refleja los grandes avances del cuatro venezolano en lo que va de siglo.
Aunque Gonzalo Grau, como ejecutante, es más conocido como pianista y otro poco como percusionista e incluso chelista, el cuatro no le es ajeno en lo absoluto. Es un instrumento que tocó desde los 4 años de edad, que estudió en el Colegio Emil Friedman y que llegó a dominar con cierta solvencia. La Odisea para cuatro y orquesta se suma a una ya pesada hoja de vida de quien fuera, hace más de una década, colaborador del argentino Osvaldo Golijov para la Pasión según Marcos que interpretó la Schola Cantorum de Venezuela.
Grau ha atendido encargos de la Sinfónica de Atlanta, de Sir Simon Rattle y la Filarmónica de Berlín, de la Boston Pops Orchestra, así como de las pianistas francesas Katia y Marielle Labèque y el cuateto de cuerdas Brooklyn Rider. Es autor de Aqua, un oratorio para coro, orquesta y solistas encargado por la Bach Academy International y su director Hemuth Rilling, por la cual obtuvo el European Composer Award en 2011. También escribió Viaje, una obra multicultural latinoamericana que le comisionó la Boston Landmarks Orchestra en 2012. Para 2023 se espera el estreno de una obra suya para chelo y orquesta que estrenará la Orquesta de las Américas. El solista será Yo-Yo Ma.
El próximo jueves 28 de julio Dudamel y la LA Phil interpretarán Carmina Burana junto a la soprano Elena Villalón, el tenor Arnold Livinston Geis y el barítono Elliot Madore, así como con la Coral Magistral y el Coro Infantil de Los Ángeles. Pero antes el Hollywood Bowl se teletransportará a tierra venezolana en una nave cuyo principal motor es una guitarrilla de cuatro cuerdas que dice: Cambur-pintón.