Lo que comenzó como un programa de radio, trascendió: el maestro Miguel Delgado Estevez y Valentina Quintero sacaron sus Cuentos de Caminos de las cabinas y los llevaron a los escenarios. Primero en Venezuela y luego a distintas partes del mundo. De la mano de Guataca, están desarrollando una gira por 6 ciudades de Estados Unidos (Miami, Orlando, Phoenix, Houston, Dallas, Atlanta) para presentar el espectáculo en el que, mediante relatos y música, reflexionan sobre la venezolanidad, el arraigo y la cultura. En medio de una de esas citas, Valentina Quintero hizo un espacio en su agenda para conceder una entrevista en la que confiesa que está muy conmovida por la interacción que ha tenido estos días con los venezolanos en el exterior.
—En general, ¿qué sensación, qué sabor de boca, qué sentimiento te dejan, cuando ya vas de vuelta a Venezuela, estos viajes en los que te has presentado frente a un público de venezolanos que están lejos de casa y ávidos de encuentros así? ¿Qué te dejan estos Cuentos de Camino?
—En apenas tres presentaciones que hemos tenido en Miami, en Orlando y en Phoenix, es un revolcón emocional, porque te das cuenta que el sentimiento de arraigo y que el sentimiento de pertenencia se vive distinto desde afuera. Hay esa nostalgia, ese deseo de volver, de estar, de visitar, de saber qué pasa. A Miguel (Delgado Estevez) y a mí nos ha tocado recrear y compartir ese país que extrañan. Procuramos hacerlo con muchísima alegría y también con realidad porque queremos que sepan que Venezuela sigue viva; que nosotros resistimos de la misma manera que ellos lo hacen en todas partes del mundo; que los venezolanos nos convertimos en un núcleo muy sólido que defiende al país, cada uno desde su trinchera, cada uno desde donde está.