Auténtico: La fiesta de Raíces de Venezuela con sus retoños  


Jorge Torrealba

Para hablar del árbol de la música instrumental venezolana hay que empezar por la raíz. Cerca de cumplir los 50 años de actividad, el ensamble criollo más longevo, Raíces de Venezuela, edita un nuevo álbum, Auténtico (2025), en el que vuelve a sus grandes canciones acompañado por voces invitadas. Es una fiesta de canto y musicalidad autóctona que corre por vena de una generación a la siguiente. 

Lo que surgió de aquella semilla que sembraron Orlando Moret (primera mandolina), David Medina (segunda mandolina), Domingo Moret (flauta, guitarra y mandola), Héctor Valero (contrabajo) y Pablo Camacaro (cuatro) en noviembre de 1976, cuando se reunieron en Caracas a grabar su primer LP, sigue dando frutos hoy al cierre del primer cuarto del Siglo 21.

Mucho ha pasado desde entonces en su contexto. Bastante experimentación en los arreglos, una evolución vertiginosa de los instrumentos propios de la tradición; innovación, sincretismo y fusión. Pero la esencia, el espíritu detrás de piezas como la danza zuliana “Sr. JOU”, sigue ahí como una fuente a la que muchos acuden, como una piedra que hay que acariciar para inspirarse y entender qué somos.  

“Sr. JOU” se la dedicó Pablo Camacaro a su amigo, el Señor Jesús Omar Uribe. Desde que el grupo la grabó, se convirtió en un estándar del cancionero nacional y en su pieza más contagiosa: más de 150 versiones registradas dentro y fuera de Venezuela. Henry Martínez, otro maestro compositor, le escribió esa letra que en el álbum transporta el invitado de lujo Rafael “Pollo” Brito.  

Voces femeninas colorean la producción. La caraqueña Mariaca Semprún se encarga de la apacible “Cuando duerme Caracas”, mientras que Raquel Bustamante, artista conocida por sus participaciones en los shows Free Cover, se hace de la sentida “Llovizna”. La cumanesa Nathasha Bravo canta la nostálgica “Te sueño pueblo mío”, mientras que Astrid Celeste presta su voz a la romántica “Dime”. Al grupo se suman la española Ainhoa Cantalapiedra, con una interpretación entrañable de “La llegada del amor”, y la colombiana Alemor, quien asumió el reto de cantar el merengue caraqueño —producto de otra colaboración Camacaro/Martínez— “La Negra Atilia”.

Dos ex Guaco participaron en la grabación: El cantante Luis Fernando Borjas (“Onda romántica”) y el compositor y multiinstrumentista Jorge Luis Chacín (“Patatín Patatán”). También está presente, cantando la dulce “Para ti”,  Enghel, otro colaborador de Guaco, autor del galardonado hit “Baja”. 

Dos piezas se llevan la fiesta al Llano. Una la canta el caraqueño Rafa Pino“Tonada al atardecer”. La otra, “Capricho llanero”, le toca al especialista del género, Miguelito Díaz

El recorrido incluye dos números instrumentales. “Un viaje agradable” surge como descanso en mitad del disco. Pareciera servir de banda sonora para un recorrido por carreteras del Occidente venezolano, bordeando sus paisajes majestuosos. Más tarde, “Siempre raíces” baja el telón del álbum, con ese título que sirve como manifiesto de la vigencia del grupo. En suma, son 14 canciones editadas en tiempos en los que la industria empuja al artista a administrar su contenido, mostrar singles a cuentagotas y crear álbumes cortos.    

«El amor por la música», me respondió una vez, sin titubear, Domingo Moret —otrora guitarra y flauta del grupo—, cuando le pregunté qué los impulsaba a seguir adelante tras décadas de recitales y discos. 

El maestro tachirense murió en junio de 2016. Antes, había fallecido David Medina, otro miembro fundador. Pero el grupo, como criatura independiente con vida propia, siguió adelante apoyado en sus descendientes.  Jesús David Medina, hijo de David y músico destacado formado en el Sistema de Orquestas, revitalizó la alineación. También se sumó el guitarrista Leoncio Ontiveros. Y como mánager y co-productor del álbum, aparece Luis Alejandro Moret Castillo, hijo de Orlando.    

En años recientes, Raíces de Venezuela se hizo presente en plataformas. Joyas de su discografía, otrora editada en vinilos y compactos, nutrió su perfil digital. 

En 2021, lanzó Ofrenda, una obra inédita que los votantes de la Academia Latina de la Grabación introdujeron al año siguiente entre los nominados al Latin Grammy a Mejor Álbum Folclórico en una cita que fue histórica para el país. 

En la misma casilla, se encontraron obras de Gerry Weil con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, el ensamble C4 Trío, la violinista Daniela Padrón en su álbum de colaboración con la pianista cubana Glenda del E y, por supuesto, la de Raíces de Venezuela, aquel grupo que unos amigos fundaron hace casi medio siglo con sabores de Táchira, Barinas y Lara, que hoy sigue expandiéndose como los árboles más frondosos.  


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