Homenaje a Gualberto Ibarreto: Una fusión de generaciones


Año: 2016
Producción musical: Jorge Torres
Ingenieros: Javier Casas, Luis Vásquez, Vladimir Quintero, Jean Sánchez, Jesús Jiménez
Diseño/Fotografía: Liu Prato/Carlos Hernández

En septiembre de 2010 Guataca produjo un encuentro entre dos generaciones del folklore venezolano. Una voz prodigiosa y un cuarteto de diestros instrumentistas. Fue en el Centro Cultural BOD-Corp Banca donde Gualberto Ibarreto se apoyó en C4 Trío, ensamble con el que luego grabó un álbum que presentaron en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño. 

¿Era suficiente? No: el legado del artista nacido en El Pilar ameritaba más. Fue él quien llevó más lejos la música de raíz tradicional. Por mérito propio, su voz y su cuatro escalaron hasta lo más alto de las listas de popularidad en la radio venezolano cuando esa galaxia estaba totalmente dominada por sonidos anglosajones.  

En agosto de 2015, como parte de la programación del 3 Festival Caracas en Contratiempo, una pléyade de artistas de nuevas y no tan nuevas generaciones se reunieron para recordar las canciones que canta el ‘Pichón’ en un homenaje dirigido musicalmente por el mandolinista Jorge Torres. Tan buena fue la vibra de aquella velada y tan resaltante la calidad del tributo, que llevaron la idea al estudio. 

En Homenaje a Gualberto Ibarreto, álbum doble con 24 canciones y acompañamiento de Edward Ramírez (cuatro), Edwin Arellano (guitarra), Gustavo Márquez (bajo), Yonathan Gavidia (percusión) y Carlos Pérez (maracas), se reunieron amantes de lo autóctono con artistas no necesariamente —al menos en la esfera pública— conectados con la raíz tradicional. 

Rafael “Pollo” Brito, versátil intérprete y conocedor del folclor, escogió “Barcelonesa” y “La carta”. Rafael Pino, voz del Tuyero Ilustrado, se quedó con “Carmen” y “Mi abuela”. José Alejandro Delgado, cantautor en constante búsqueda de lo genuino, se hizo de “El guareque” y “Cristal”. Y Andrea Paola Márquez, novia del padrino y amante lo tradicional, cantó “El gallo enano” y “Lucerito”. 

De otras latitudes conceptuales llegaron músicos como Horacio Blanco, líder de la banda de ska Desorden Público, quien se encargó de “El calamar” y “El sancocho”. Servando Primera fue el “Ladrón de tu amor” y reprendió a “María Antonia”. Mariaca Semprún, la actriz y cantante, se quedó con dos joyas del cancionero gualbertero: “Anhelante” y “Presagio”. A Marianne Malí le correspondieron “El negro”, “El catire” y “La guácara”; y a Laura Guevara, “Amor bonito” y “El violín de Nicasio”. Particaparon también Williams Mora, en voz, clarinete y coros, al igual que Gregorio Vegas y M.V. Caldera, quien mostró su hermosa voz en “Quisiera”. Todos se vistieron igual: uniformados bajo ese arte amarillo que asemeja las franelas típicas de rayas coloridas y horizontales del gran cantante.  


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