Año: 2013
Producción musical: Linda Briceño y Pablo Gil
Ingenieros: David Pérez, Rafael Rondón y Germán Landaeta.
Diseño/Fotografía: Xijairo García/Luis Briceño “Yarum”
Para Linda Briceño hacer música es como caminar, respirar, es algo vital, la fuente de su energía y sus ganas. La trompeta es su arma principal y su gancho, pero ella toca la guitarra, el piano y conoce de percusión. Su padre, Andrés Briceño, uno de los mejores bateristas venezolanos que se conozcan y director de la Simón Bolívar Big Band Jazz en la que ella participaba, se empeñó en que su formación fuera completa en lo melódico y en lo rítmico. Ella, por instinto y por formación, lleva un metrónomo en el cerebro.
A partir de los 17 años comenzó a cantar y ¡sorpresa! Es una extraordinaria cantante; una voz cálida, una potencia justa, mucho feeling. Dejaba a todos boquiabiertos cada vez que cantaba un par de estrofas y un coro, y luego tomaba la trompeta para mandarse un solo magistral. Cantaba estándares de jazz y, de pronto, empezó a hacer ‘sus cosas’. Daba conciertos cantando sus canciones favoritas, desde Michael Jackson hasta Herbie Hancock, al tiempo que compartía con luminarias como Arturo Sandoval y Wynton Marsalis. Un video en el que ella cantaba y tocaba “Bésame mucho”, acompañada por el piano de Gonzalo Grau y el percusionista Diego “Negro” Álvarez sirvió de abreboca para lo que venía: su disco.
Tiempo no sólo incluyó versiones de canciones como la famosísima de la mexicana Consuelo Velázquez, que sirvió como una suerte de bonus track. Linda mostró sus propias composiciones, como el sencillo “Oportunidad”, un pop de altísima factura, muy melodioso al igual que “Vestida de azul”, ambas impregnadas de jazz y ¿un poco de ryhtm and blues?
A sus 25 años de edad, y con este trabajo producido por Guataca, obtuvo su primeras nominaciones a los Latin Grammys. En la casilla de Mejor Nuevo Artista, compitió con sus compatriotas Aneeka, Julio César y Mariana Vega, quien resultó ganadora. Lo más sorprendente fue la postulación de Tiempo a Mejor Álbum Vocal Pop Tradicional, donde se codeó con Andrea Bocelli, Café Quijano, Fonseca y Marco Antonio Solís.
En Tiempo también salió a relucir la raíz tradiciona. “Vengo de esta tierra”, de Aquiles Báez, es un joropo fusionado, con una base de tambores y acompañamiento de cuatro. Allí, la Briceño aprovechaba para referirise a la crisis política y social de Venezuela a través de una letra de Aquiles Báez: “Hoy sus hijos se pelean entre sí, hoy su corazón está sangrando/ esta tierra rota por pecados ignorados que dejamos en silencio sin nombrar”.
También hacía una lectura jazzeada de la “Tonada del tormento” de Simón Díaz. De resto, era todo de su inspiración y se apoyaba en el joven pianista Gabriel Chakarji, el multiinstrumentista David Wilolo Pinto y las voces de cantantes como Ana Carmela Ramírez y MV Caldera. Todo en su sitio, sin estridencias, con un un sonido impecable.