Adelis Fréitez y su eterno “Acidito”



Foto: Cortesía

Foto: Cortesía

Por Gerardo Guarache Ocque

El mismo Adelis Fréitez se sorprendía cuando escuchaba Acidito, su merengue que habla de amor y desamor desde una metáfora cítrica, combinando como pocos el tumbao de ese ritmo venezolanísimo con una melodía dulce y entrañable. El mismo autor se rendía ante la grandeza de su obra; una pieza que cobró vida propia y cada vez se multiplica en más voces.

El compositor murió este sábado a sus 76 años de edad en Barquisimeto. De su trabajo, no sólo resalta Acidito, la que han cantado grandes intérpretes como el tenor Aquiles Machado, quien la incluyó en el primer volumen de La canción de Venezuela, su proyecto con el guitarrista Aquiles Báez producido por Guataca. También dejó otro merengue simpático titulado El espanto, que ha sido tocado por agrupaciones como Serenata Guayanesa y que merece más versiones, así como el joropo El cardenal o el trabalenguas Los dos gavilanes, que cantaba con su ensamble Carota Ñema y Tajá.

Este domingo la cuenta de Instagram de la agrupación larense anunció el fallecimiento de Fréitez con un mensaje de cariño y admiración: “Cardenal, ¿a dónde te has ido? (…) Nos embarga de tristeza y dolor tu partida física, pero tus vivencias, canciones y ocurrencias quedan marcadas en nuestros corazones. Tus letras y tu música seguirán a paso firme más vivas que nunca…”

Fréitez nació el 9 de mayo de 1943 en Cuara, pueblo del municipio Jiménez del estado Lara, aunque él decía que a los 40 días de vida se lo llevaron a Las Cuibas, más allá de las lomas de Cubiro, donde comenzó su crianza y estableció una relación directa con la naturaleza, su principal fuente de inspiración.

Fue de esos cultores puros que a veces hasta escribía melodías basadas únicamente en el canto de los pájaros. Fue un artista silvestre, de puro instinto, hasta que conoció en Caracas a Chelique Sarabia y lo vio ejerciendo el oficio de la composición. Eso lo estimuló a darle forma a sus propias creaciones. En 1981 fundaría Carota Neña y Tajá, que se convertiría en referente nacional de la raíz larense.

Fréitez y su ensamble pasaron en limpio 35 años de carrera en 2016 con invitados como Rafael “Pollo” Brito, Cheo Hurtado, Los Hermanos Primera y el ensamble Barquisimeto 4, en un recital presentado en el Teatro Juares de Barquisimeto que devino en producción discográfica.

35 años de Carota Ñema y Tajá (en vivo), ganador del Mejor Álbum Tradicional de los Premios Pepsi Music 2019, fue una producción necesaria que sirvió de colofón a una historia digna de contarse que, al mismo tiempo, le garantizó presencia digital en esta era de Spotify, Youtube y un largo etcétera de plataformas y aplicaciones.

Acidito, en la voz del Pollo Brito, fue parte del repertorio de aquella fiesta (¡cómo no iba a serlo!). Acidito, ese merengue tan cercano a la perfección que también suelen cantar artistas de nuevas generaciones como Laura Guevara. Acidito, esa pieza que hoy, con la noticia de su muerte, nos trae un sabor agridulce por la tristeza de su partida y la celebración de su vida y obra: Y se le cae de la mata,/ acidito, el juguito ‘e limón./ Gota a gota va cayendo/ ardiendo en mi corazón.


Comparte esta historia